Lo cierto es que nuestro intestino es de por si permeable, de hecho, si la membrana intestinal no fuera permeable, no podríamos absorber los nutrientes de los alimentos que ingerimos.
Los hábitos de vida y nutritivos de hoy día favorecen la inflamación de la membrana intestinal, lo que hace que el intestino pierda eficacia a la hora de llevar a cabo sus funciones con normalidad y alterando el equilibrio del ambiente intestinal, donde las bacterias viven en perfecta armonía.
Cuando la membrana intestinal se inflama, las “uniones estrechas” (tight junctions), que son unas aperturas que existen entre las células epiteliales que forman parte de esta membrana y que actúan a modo de barrera intestinal, se vuelven demasiado permeables y permiten el paso de toxinas, microbios y partículas de comida sin digerir que llegan a la sangre, circulando por nuestro organismo. Con un intestino demasiado permeable estamos expuestos a cualquier invasión.
Junto con gran parte de los alimentos también estás ingiriendo cientos de diferentes tipos de: pesticidas, insecticidas, metales pesados y otros elementos químicos.
Con un intestino demasiado permeable estos elementos pasan a la sangre afectando a tu organismo a diferentes niveles (inmunitario, hormonal, nervioso, respiratorio, reproductor…), y dando lugar a multitud de síntomas como migrañas, alergias, menstruaciones dolorosas o irregulares, palpitaciones, artritis, mareos, irritabilidad...
Aparte de la ingesta de toxinas, en el post que publiqué en facilísimo puedes ver que hay otras causas bastante comunes que hacen que el intestino se vuelva demasiado permeable, como son los hábitos alimenticios, el estrés, el uso de medicamentos, las intolerancias alimentarias,...
Ay ay yo prefiero no leer de enfermedades, que me entra pánico... pero gracias por compartir.
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ResponderEliminarHola Lyan!! Gracias por tu feedback ^_^
EliminarUn besote grande!!